Se cansó mucho de todo un poco
No miró atrás,
tampoco miró hacia adelante
Desvistió de tal forma sus pensamientos
que al anochecer
ya no conservaba ninguno palpable
Agotó su esencia
corrompió sus palabras
Impregnó su brisa en la nada
y aun así, él no paraba de contemplarla.
jueves, 2 de julio de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
“Cuando se está en una instancia plena, neutra, quizás monótona; donde el cielo es incoloro, y nuestros ojos simples uvas defensoras de la gravedad... mirando con simplicidad hacia el unísono.”
ResponderEliminarGenial. Muy buen blog.
Saludos.
Me gusto este cuento corto armado como una poesia. Muy bueno
ResponderEliminarY es que a veces, solo a veces, necesitamos desvestir nuestros ensamientos y llegar al anochecer sin ellos, por el solo hecho de necesitar un respiro, y dejar de ser... mara volvernos volatiles y renacer al momento!
ResponderEliminarUn beso con gotitas de agua!
Gracias pro pasar y te sigo leyendo!