jueves, 2 de julio de 2009

Cuando dejé de caer, cuando dejé de subir.

Se cansó mucho de todo un poco
No miró atrás,
tampoco miró hacia adelante

Desvistió de tal forma sus pensamientos
que al anochecer
ya no conservaba ninguno palpable

Agotó su esencia
corrompió sus palabras
Impregnó su brisa en la nada

y aun así, él no paraba de contemplarla.

3 comentarios:

  1. “Cuando se está en una instancia plena, neutra, quizás monótona; donde el cielo es incoloro, y nuestros ojos simples uvas defensoras de la gravedad... mirando con simplicidad hacia el unísono.”

    Genial. Muy buen blog.
    Saludos.

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  2. Me gusto este cuento corto armado como una poesia. Muy bueno

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  3. Y es que a veces, solo a veces, necesitamos desvestir nuestros ensamientos y llegar al anochecer sin ellos, por el solo hecho de necesitar un respiro, y dejar de ser... mara volvernos volatiles y renacer al momento!
    Un beso con gotitas de agua!
    Gracias pro pasar y te sigo leyendo!

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