
Dos gotas de café que se derraman y esparcen sobre mi falda
una mira al cielo, y añora un septiembre azul
la otra descuelga noches para verte a mi lado,
para tomarnos una esperanza junto a noviembre.
Y ese mátiz que roza mi lengua, se halla en la vertiente de tus ojos
y ese sabor , no es más que el azar del idilio
y esa luna, trae los segundos que con azúcar me los trago a puñados.
y es que eres tú, el dueño de mi primera estrella .... y de estos dos cafés.
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