jueves, 16 de abril de 2009


"(...)Pero ella no estaría ahora en el puente. Su fina cara de translúcida piel se asomaría a viejos portales en el ghetto del Marais, quizá estuviera charlando con una vendedora de papas fritas o comiendo una salchicha caliente en el boulevard de Sebastopol. De todas maneras subí hasta el puente, y la Maga no estaba. Ahora la Maga no estaba en mi camino, y aunque conocíamos nuestros domicilios, cada hueco de nuestras dos habitaciones de falsos estudiantes en París, cada tarjeta postal abriendo una ventanita Braque o Ghirlandaio o Max Ernst contra las molduras baratas y los papeles chillones, aun así no nos buscaríamos en nuestras casas. Preferíamos encontrarnos en el puente, en la terraza de un café, en un cine-club o agachados junto a un gato en cualquier patio del barrio latino. Andábamos sin buscarnos pero sabiendo que andábamos para encontrarnos. Oh Maga, en cada mujer parecida a vos se agolpaba como un silencio ensordecedor, una pausa filosa y cristalina que acababa por derrumbarse tristemente, como un paraguas mojado que se cierra. (..)"





En estos días, me son frases imprecisamenente precisas. La Rayuela que se encarna.

5 comentarios:

  1. Que increible Cortazar... que genia.
    Te recomiendo si no lo leiste Final de Juego, también de Cortazar, a mi por lo menos me encanto.

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  2. Me ha recordado a tardes grises de lluvia en las que la esperanza se tambalea frágil.

    Un saludo.

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  3. siempre quiese a La Maga como amante... siempre (o por lo menos alguien que se le parezca)

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  4. La Maga, que personaje tan lleno de magia...no?
    Gracia spor comprtir este texto con nosotros y recordarlo.
    Juan Pablo....La Maga,no es que decia Cortazar que para encontrala habia que cerrar los ojos...?
    Un abrazo desde el otro lado de la cordillera

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  5. Hace tiempo que no escribes... espero leerte pronto!

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